domingo, 28 de diciembre de 2008

10 TIPS PARA AYUDAR A CUIDAR EL PLANETA

Hoy les quiero compartir un artículo que me pareció interesante a modo de toma de consciencia, ya que NUESTRO planeta, porque es de todos y nos pertenece, esta sufriendo algunos desmanes que desde hace bastante tiempo le venimos ocasionando gracias a nuestros comportamientos.. Lean los puntos lo mas pausado posible y ojalá les deje algún tipo de reflexión.
Revertir los efectos del cambio climático no es sencillo y requerirá de todo el ingenio humano desarrollar nuevas fuentes de energías verdes y renovables. Pero la clave de todo el asunto es reducir el consumo de energía. La cantidad de energía en todo el universo es constante, así lo expresa la primera ley de la termodinámica, por lo tanto, hoy hay tanta energía como en el momento mismo del big-bang. Pero la segunda ley de la termodinámica dice que la energía pasa constantemente de un estado de energía disponible a una de energía no disponible: por lo tanto, cada hora que pasa hay menos energía disponible y más no disponible. La energía no disponible es como la "basura energética" del universo y se llama entropía. Aunque es inevitable que la entropía aumente, podemos hacer que el aumento sea más lento simplemente consumiendo menos energía: cuanto más consumimos, más rápido aumenta la entropía. El problema es que realmente consumimos mucha energía y muy rápido. Claro que en una sociedad basada en el consumo tratar de consumir menos es "ir contra la corriente" y aunque estos consejos te parezcan sencillos, verás que no es tan fácil llevarlos a la práctica porque van en contra de la ley de la entropía. Es más fácil, requiere menos esfuerzo y a veces es hasta más barato consumir más energía que consumir menos, por extraño que parezca.
1) Revisa cómo aprovechas la luz natural.
La energía solar es, en términos humanos, una fuerte inagotable de energía y se puede aprovechar de varias maneras: tal vez hayas oído hablar de los paneles solares, que transforman la luz del sol en electricidad. Pero también existe la energía solar pasiva, que no requiere de estos paneles y que consiste simplemente en usar lo mejor posible la luz y el calor del sol. Tal vez vives en una casa o departamento muy luminoso o tal vez vivas en un lugar oscuro, y este consejo no te sirva de mucho. Pero vale la pena que revises si tus actividades diarias siguen el curso de la la luz solar y si hay algo que puedas hacer para aprovecharla mejor. Por ejemplo, si hay plantas que oscurecen algunas ventanas de tu casa, puedes eliminar el follaje que está obstruyendo en exceso la llegada de luz a tu casa. Si estas plantas son importantes para darte sombra en verano, reemplázalas por árboles o planta de hoja decidua, como una viña virgen, de modo que en inverno permitan el paso de la luz y en verano den sombra.
2) Diseña tu espacio para usar menos refrigeración.
Uno de nuestros principales objetivos debe ser reducir el consumo de energía. En este sentido, el exceso de sol puede ser tan perjudicial como la falta del mismo, unas cortinas, unos árboles o toldos adecuados en el lugar indicado pueden ayudar a que consumas significativamente menos electricidad en refrigeración.
3) Instala uno o varios termómetros en tu casa.
El confort térmico es un concepto subjetivo y es fácil comprobar cómo en el mismo sitio las personas pueden tener percepciones muy diferentes de la temperatura. Por eso es preferible que no confíes en tu sensación de frío o de calor sino que tengas un termómetro en casa que te informe objetivamente de la temperatura. Para la mayoría de las actividades de interior una temperatura de 22º es suficiente para alcanzar un confort térmico, para dormir puede ser incluso menor y bajar hasta 17º, para tareas sedentarias (por ejemplo, estar sentado escribiendo) puede ser necesario uno o dos grados más. Considera que por cada grado que aumentas la temperatura puede incidir hasta un 12% en el aumento del consumo de energía. La elección correcta de los materiales, el siguiente punto, tiene también una importancia crucial en el confort térmico.
4) Revisa los materiales.
Si estás pensando en hacer algunos cambios en los revestimientos de tu hogar, es oportuno que consideres también el aspecto energético. Un piso de mosaico, que no retiene el calor, puede ayudar a un lugar muy caluroso requiera menos energía en refrigeración. A la inversa, en un lugar particularmente frío te obligará a aumentar la calefacción para llegar al confort térmico.
5) Ahorra agua.
El agua es otro de los recursos que debemos cuidar si queremos que la vida en el planeta perdure, pues los recursos de agua potable son bastante más escasos de lo que imaginamos y hay quien sostiene que, en un futuro no muy lejano, el agua será un recurso tan valorado como el petróleo. De hecho, en mi infancia comprar agua mineral era un lujo que de vez en cuando nos dábamos, mientras que hoy lo infrecuente es que tomemos el agua directamente de la canilla: es evidente que la calidad del agua está deteriorándose y que su costo está aumentando. Repara cualquier pérdida de agua, por pequeña que sea (esto también es buen feng shui.).
6) Usa el agua de lluvia todo lo que sea posible.
Si tienes la posibilidad de recoger agua de lluvia, hazlo y úsala para el riego de plantas y cosas por el estilo. Para evitar la proliferación de mosquitos, mantén el recipiente tapado cuando no se use.
7) Repara cualquier entrada de aire frío.
Haz la siguiente prueba: cierra las puertas de tu casa que den al exterior colocando un papel entre la puerta y el marco. Si puedes sacar el papel con la puerta cerrada sin romperlo, entonces considera que esa puerta no es todo lo hermética que debiera ser y es un punto importante de pérdida de calor. Otro punto importante de pérdida de calor son las ventanas: reemplazar las ventanas comunes por otras de doble vidrio puede ser costoso al principio pero redundará en un ahorro notable de energía. Si no puedes afrontar este gasto, unas cortinas de tela gruesa ayudarán también.
8) Cambia tu estufa por una con termostato.
Si tu estufa o tu equipo de aire acondicionado tienen más de 5 años considera cambiarlo por un modelo nuevo: el gasto se verá rápidamente compensado por el ahorro de energía que notarás en ambos casos.
9) No mezcles agua caliente con fría para bañarte.
Si, es difícil regular una caldera o un calefón para que el agua salga a la temperatura justa para bañarse, pero al menos podemos evitar que salga hirviendo, ya que no es necesario. Es un desperdicio de energía calentar excesivamente el agua para después tener que mezclarla con agua fría a fin de llevarla a una temperatura agradable.
10) Reemplaza donde sea posible la iluminación incandescente por fluorescente.
Cada una tiene sus ventajas y desventajas, pero definitivamente desde el punto de vista del consumo de la energía, la luz de tubos fluorescentes o lámparas de bajo consumo es más económica. La lámparas actuales de bajo consumo tienen el color mejorado y ya no se ven tan fríamente azuladas como los viejos tubos, también el efecto estroboscópico (luz titilante) ha sido mejorado. Especialmente en los lugares en donde las luces estén encendidas durante muchas horas, trata de reemplazar las lámparas incadescentes (bombitas o ampolletas) por lámparas de bajo consumo. Como de costumbre, son más costosas pero a la larga proveen beneficios.

Fuente: artículo extraído de http://locasdeatar2008.blogspot.com
imágen extraída de http://virtux.com

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